viernes, 14 de octubre de 2011

El Nahual


El día de hoy es un día a modo para recordar las leyendas que me contaron cuando llegue a vivir a este hermoso rinconcito y allá voy.

El Nahual.
-El nahual es un ser con la habilidad de la metamorfosis. Un brujo que puede cambiar su cuerpo a voluntad y convertirse en cualquier animal o incluso cosa
-Ay no mames, pinché Chucho. ¿Convertirse en cosa? Bésame los huevos, cabron. ¿Como iba a regresar a su estado anterior? Las cosas no tienen vida. Pendejo.
-Ya vas a empezar a chingar. ¿No puedes oír nomás y ya? A huevo tienes que dudar de todo y luego quieres que te cuente otra. ¿Me vas a dejar que te cuente?
- Ya tranquilo wey. Pero es que ora si te la jalaste.
- Entonces ¿ te cuento o no?
- Va, echale de tu ronco pecho.
- Pues a mi me contaron, Que un señor de Tezompa a quien llamaremos Tacho, tenia un cuate en Tecomitl a quien llamaremos Saúl. Se conocieron en el trabajo y se hicieron muy amigos. Un día Saúl, invito a Tacho a una fiesta y como en aquel entonces no había transporte en la noche, Tacho dudo en aceptar la invitación.
- Hijole mano, es que¿ luego como me voy pa' mi casa? Ya ves que ya noche esta re bien solo el pinché camino.
- Oh , tu no te fijes, pos total te vas a buena hora y si se te hace tarde , pos te quedas a dormir en la casa.- A Tacho no le gustaba mucho la idea de dar molestias, quedándose a dormir en casa ajena, pero ante la insistencia de su amigo decidió aceptar la invitación para no verse grosero
- Total me voy temprano para la casa- Pensó Tacho.

El día de la fiesta, se sintió tan a gusto, que no se dio cuenta del paso del tiempo y entre copa y copa, le dieron las dos de la mañana, al conocer la hora decidió ir a casa y se lo hizo saber a Saúl.
- Ya me voy, mano. Muchas gracias. La fiesta estuvo chingona.
-No mano, como te vas a ir así, quedamos que si se te hacia tarde te quedabas en algún rinconcito, ya en un rato amanece y te vas pa' tu casa, sirve que se te baja la borrachera, te ves bien mareado.
- Gracias mano, pero yo me quiero ir-Insistió Tacho, con la convicción de los borrachos- Ni estoy tan borracho.
- Bueno. Vamos a hacer una cosa. Tu te quedas aquí, tantito, orita te mando un burrito que tengo. Cuando salga te le montas y ya, no le vayas a pegar, no lo maltrates, es muy entendido y solito te va a llevar a tu casa.
-¿El burro me va a llevar, sin arrearlo? ¿Como crees?
- En serio. No lo vayas a lastimar. El se sabe el camino, cuando lleguen a tu casa, por favor no lo vayas a amarrar, lo dejas que se regrese, insisto, el se sabe el camino.-Dicho esto, se despidieron y Saúl entro en la casa. Tacho se recargo en el lienzo de piedra y pensó que aunque quisiera irse sin esperar al burro, nomás no podría, ya que su borrachera se había acrecentado con el golpe del aire y apenas lograba mantenerse en pie. Un par de minutos después, vio salir un burrito, que le pareció gracioso de tan pequeño (Pinché burrito te apendejas y te quedas en perro) Con trabajos logro montarlo y se abrazo a su cuello. Con sorpresa noto que el animalito no apestaba (Pinché Saúl lo tiene bien limpio y cuidadito, lo ha de querer un chingo. Pinché burrito consentido) El animal al sentir el peso de su jinete, hecho a andar de inmediato, con ese pasito tan característico, mezcla de trote y brinquito. Tacho se pregunto con escepticismo, si este burrito en verdad podría llevarlo a su casa sin necesidad de ser dirigido, pero decidió dejarlo ir a su antojo como le recomendara Saúl. Al llegar a la curva de Tetelco, vio con sorpresa que tomaba el camino correcto sin desviarse para Mixquic. (Se me hace que fue un golpe de suerte burrito, pero ya veremos mas adelante, si eres tan chingón) El animalito siguió su camino a buen paso y Tacho a pesar de la borrachera, no pudo sino maravillarse de la prestancia de su montura, que en ningún momento intento pararse o desviarse del camino (Pinché Saúl, lo tiene bien educadito. Pinché burrito inteligente, Pero a ver si ya entre las calles, da con mi casa. No es lo mismo andar dentro del pueblo que sobre la carretera) Pero al parecer el burro tenia los conocimientos necesarios para llegar a la casa de Tacho ya que recorrió las calles del pueblo sin problemas y se detuvo justo en la puerta correcta. Tacho no daba crédito y maravillado se apeo como pudo, aun en el mareo de la borrachera, apoyo su cabeza en la del burro y expreso- Gracias por traerme a mi casa burrito. Eres a toda madre, me cae.- De pronto su borrachera se perdió junto a su equilibrio al escuchar al burro contestar- De nada mano, que descanses.

Se dice que Tacho dejo el alcohol y cada vez que narraba la historia, su cuerpo era recorrido por escalofríos de la cabeza a los pies, mientras juraba y perjuraba- Ese burro era el Saúl. Chingo a mi madre, que era el Saúl.

1 de Noviembre de 2008

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