miércoles, 30 de noviembre de 2011

John Lennon






Diciembre de 1980.
Después de un tedioso viaje matutino, arribaba al plantel del C.C.H Atzcapotzalco. Todo el trayecto me pregunte si la tarea estaba bien, si me peine correctamente, si la chica de cuarto semestre estaría dispuesta a salir el sábado conmigo y nada parecía indicar que ese fuera un día especial en absoluto. Llegue con algunos minutos de retraso a mi primer clase y mientras atravesaba el patio en busca del salón que me correspondía, escuche cantar Woman a algunos jóvenes reunidos dentro de un aula, acompañados por guitarras y un pandero, este hecho me sorprendió pero no tenía tiempo de detenerme a investigar y continué mi camino imaginando que participaba en tan agradable evento y que todas las chicas del plantel quedaban perdidamente enamoradas de mi al escuchar mi bella voz y descubrir mi virtuosismo en la guitarra. Por supuesto era solo un sueño recurrente en mi cerebro en aquella época. Al entrar en el salón, note al primer vistazo un grupo ubicado casi al centro, que rodeaba a Luz María, una bella compañera, que por desgracia me tenía una gran antipatía. No había maestro impartiendo clase, por lo que reinaba un gran barullo y al llegar con mis amigos pregunte

- ¿Que onda con esa bolita?
La forma como me veían mis camaradas me inquieto.
-¿No sabes?- Me interrogo Alejandro.
-¿Que, wey?- Presintiendo lo peor y notando por primera vez que Luz María lloraba y el grupo que la rodeaba intentaba consolarla-¿Que es lo que no se? Dime, no mames.
-Mataron a Lennon- Sentencio y espero a ver mi reacción. Todos mis amigos conocían mi afición, casi fanatismo por el cuarteto Liverpool. Yo voltee nuevamente hacia el grupito desde donde vi dirigirse hacia mí a Paty (En ese entonces mi novia) Quien al llegar a mi me abrazo y llorando me dijo- Tranquilo, tranquilo. No sabes cuánto lo siento.
Sentí un hormigueo subir desde mis pies y al llegar a la cabeza me causo un mareo repentino y una furia enorme que de inmediato enfoque hacia mis amigos y novia.
- ¡Ya déjense de mamadas y díganme que está pasando!- Grite.


- Lo balacearon.- Respondió Paty- Iba llegando a su casa y lo balacearon, no sobrevivió. ¿Cómo es que no te habías enterado? Todos hablan de eso.

En mi mente se fueron agrupando los detalles y comprendí, con la mitad de mi mente que no me gastaban una broma, volví la vista y nuevamente observe a Luz María que parecía inconsolable, pero ¿Lennon, muerto a balazos? El Hombre de la filosofía pacifista, el líder de pensamiento, el místico, el genio que influyo en mi generación y en la anterior ¿muerto a plomazos?


Ese día Radio Éxitos organizo un apagón de media hora en honor al genio, de ocho a ocho y media de la noche los admiradores de lennon apagamos las luces de nuestras casas. Adivina cuantas casas apagaron sus luces en mi colonia. Solo una, la mía (Y eso contra resistencia de mi madre y mi abuelo, a quienes Lennon les venía mas guango que los calzones de Capulina) Y mientras yo me disponía a escuchar la programación en su honor, mi madre me exigía que me dejara de pendejadas y encendiera la luz “Total a ese hijo de la chingada ni lo conoces”

Saque los huevos a orear y ni madres que permití que se encendieran los focos (Cuatro pinches focos, tampoco creas que vivía en una pinche mansión, pero bueno Algo es Algo - Dijo Un Calvo)

Los días siguientes, procure explicarles la importancia que las ideas de ese cabron tenían en mi generación a lo que me respondían con bromas y uno que otro cortón, pero el colmo fue cuando el pinche Chilio (Un Wey como de mi edad) exclamo en el paroxismo de la sorpresa ,mientras escuchaba Just Like Startin Over - ¡No mames¡ Ese pinche" yon lenon", nomas se murió y se volvió bien famoso- Que poca madre, cuantos cabrones estaban ignorantes y me vinieron a la mente las tardes con Carrillo y El Chino, en las que diccionario y cancionero en mano nos poníamos a traducir sus canciones, frase a frase y yo me sorprendía al ver que eran exactamente lo contrario de lo que imaginaba cuando las escuchaba por primera vez. Mis compañeros de primaria y yo eramos aficionados de los grupos mas representativos del rock, así algunos eran seguidores de Creedence, otros de Rollin Stones , de Doors y de Beatles y muy seguido nos veíamos envueltos en discusiones para demostrar la superioridad de uno u otro grupo, mis amigos y yo, conseguíamos muy frecuentes victorias , gracias a esas sesiones de traducción, ya que la mayoría de nuestros contrincantes no sabían ni el significado de las letras de sus grupos, además el hecho de que Carrillo cuidara un puesto de revistas nos permitia estar al tanto de las noticias mas recientes de aquellos que habían sido parte de Beatles.


Al terminar mi primaria nos mudamos a vivir a Chalco Estado de Mexico y el cambio de vida en comparación con la 201 era en verdad extremo, Mi actitud que en la 201 resultara tan efectiva, aquí no hizo si no atraerme cantidad de enemistades y weyes que yo ni conocía o recordaba me querian partir la madre, con la muerte de Lennon corrobore que pasaria mucho tiempo para conseguir amigos como los que deje atrás.


Con Lennon murió mas que un músico grandioso, murió un filosofo de época, un líder y el ultimo gran rebelde del rock (No basta con dejarte la greña, contorsionarte y ponerte hasta la madre de alcohol y drogas para ser un rebelde) y el sueño de ver reunidos así fuera una última vez, al cuarteto Liverpool.

domingo, 20 de noviembre de 2011

De Microbuses, Payasos y Rateros.


Un dia en que se complico cantidad tomar un taxi y despues de abordar el que se animo a llevarnos. Pregunte al chofer la causa de que varios de sus colegas se habian negado a pararse para llevarnos.

- Es por la inseguridad, mi mai. Cuando vemos a varios, le pensamos pa' subirlos.
- ¿A usted lo han asaltado? Pregunte.
- Fijese que no, gracias a Dios. llevo casi diez años en este negocio y nunca hasta hoy me ha tocado un asalto. Varias veces he sentido que han estado a punto, pero o no se animan o algo sucede que lo impide. Yo siempre me persigno y me encomiendo a Dios antes de salir de su pobre casa y pues ya le digo, nunca me han robado en mi taxi. Mejor me asaltaron un dia que no circulo.

El martes de esa semana. Andres desperto, pensando en que ocuparia el dia , ya que su taxi no circula los martes, en realidad no tenia muchas ganas de hacerle talacha pero era eso o aburrirse como ostra todo el dia, por eso cuando escucho a Maria preguntarle si podia acompañarla a surtirse de mercancia al centro de la ciudad, asintio gustoso y se fueron de compras.
Realizadas las compras, caminaron hasta la base de micros que los llevaria de regreso a casa y en el trayecto, un par de payasos hicieron la parada al transporte y le solicitaron permiso para hacer su actuacion. el chofer accedio y ambos subieron y se posicionaron uno al frente, junto al chofer y el otro al fondo del microbus junto a la puerta de descenso. El horario no era el mas socorrido en cuanto a pasaje se refiere, asi que el micro venia a penas a mitad de su capacidad y no traia pasajeros de pie, pór lo cual todos podian ver perfectamente a los payasos, vestidos con ropas de colores chillantes y maquillados para la ocasion, prometian un show bastante decente y los pasajeros se aprestaron a pasar un rato muy agradable.

El payaso que venia junto al chofer, inicio su discurso diciendo- Buenas tardes, señores pasajeros.
nosotros somos los payasitos y venimos a entretenerlos con nuestro show. Permitanme presentarnos. Alla al fondo esta mi compañero Cuchillin y su servidor el payaso Pistolon (Mientras sacaban de entre sus ropas las mencionadas armas) Y venimos a asaltarlos.
La situacion de inseguridad vivida en la ciudad y el ingenio de un par de payasos callejeros, dieron pie a que el pasaje se soltara a carcajadas por tan magnifica "Puntada" que se alcanzaron estos payasos. El chofer se volvio hacia el payaso y aun entre risas le bromeo.
- No mames, payaso. Me vas a espantar al pasaje.- El payaso volteo hacia el y dandole un cachazo que le abrio la cabeza, grito- ¡ Es en serio, hijos de la chingada! ¡Esto es un asalto y al que se mueva, se lo carga su pinche madre!
Un pasajero se levanto de su asiento y de entre sus ropas saco una funda de almohada y desde la parte trasera del micro recorrio todo el pasillo. Quitando las pertenencias mas valiosas a las personas, echandolas en la funda. Una vez logrado su objetivo el trio de malandrines se bajo del micro y subiendose a un auto que venia detras del transporte se dieron a la fuga dejando a mas de veinte personas sumidas en la confusion.
- Ese hijo de la chingada, de la fundita. Se subio desde la terminal- Nos aclaro el chofer del taxi- y estoy seguro que los pinches payasos nos siguieron hasta que hubo suficiente pasaje para "Rallarse". No crea, mai. hay que ser chingon pa' planear una mamada asi. A mi nunca se me va a olvidar.

martes, 15 de noviembre de 2011

Mi Primo Alberto Y EL Caso Del Gordo Con Voz De Silbato



En mis recuerdos de infancia hay un personaje recurrente, mi primo Alberto. Alberto es hijo de mi tío Lolo (Hermano de mi madre) y mi tía Margarita.
Es tres años menor que yo y mientras fuimos niños, compartimos cantidad de momentos agradables y otros no tanto pero éramos niños y continuábamos con nuestra amistad sin mayores problemas.
Alberto siempre fue un niño callado, "De esos que no hablan ni consigo mismos"(Palabras de mi tío Lolo) Era bajito, moreno y muy pinche guapito" Saco lo mejor de sus padres" (Me dijo un día la tía Lucha, quien es muy dura de agradar y poco afecta al elogio) A pesar de su corta edad, siempre mostró un carácter férreo y decidido, quizá demasiado rencoroso (Otro de los rasgos en los que coincidimos) pero una vez que logras su estimación consigues un gran amigo. A mi no me costo mucho lograr su afecto ya que a lo largo de nuestra infancia, varias veces nuestras familias vivieron juntas y esto propicio el trato de casi hermanos que nos unió tanto. Su tendencia al silencio le hacia un excelente escucha, siempre dispuesto a oír las experiencias de losdemás fue madurando rapidísimo y cuando de divertirse se trataba ponía muchísimo empeño por lo que llegamos a organizar muy buenos desmadres juntos. Recuerdo especialmente el verano de 1974

Agosto de 1974 Después de casi un año de mudarse a vivir a la casa de su tía"La Chata". Alberto regreso a "la Casa" para pasar las vacaciones con la tía Licha(Quien era la adinerada y quisquillosa de lafamilia) pero al no tener con quien jugar ( Guille la hija única de mi tía Licha era la mayor de los nietos y le llevaba siete años a Alberto) Siempre terminaba en el cuarto en el que vivíamos mi madre y yo. Todos sabíamos que una costumbre sana era pedirle permiso a la tía Licha. porque con ella no había perdón y "El Tochi" como cariñosamente le llamaba tu servidor procuraba no saltarse el tramite, así que una vez llegado e instalado comenzó a minar la férrea resistencia de Licha
- Tía ¿Me deja ir a jugar con Noe?
- No Alberto. Tu viniste a pasar tus vacaciones con nosotras y yo le dije a tu mama que te cuidaría

Pasada una hora
- ¿Tía me deja salir a jugar con Noe?
- No Alberto. Ustedes no pueden andar juntos. No hay ni a quien irle, son muy latosos, uno por chiquito y el otro por grandote y yo no quiero entregarle malas cuentas a tu madre.

Después de innumerables intentos y negativas la muralla fue cediendo poco a poco y al final, el permiso fue concedido, no sin antes llamarme para leerme la cartilla

-Mira Noe.(Me decía mi tía Licha con voz calmada mientras su mirada me amenazaba) Voy a darle permiso a Alberto de jugar contigo, siempre y cuando me aseguren que no van a andar de chocarreros por toda la casa, ni van a salirse a la calle a andar de vagos ¿Quedo claro?

Clarisimo había quedado, así que salimos al patio con la firme intención de portarnos tan bien que muchos santos nos envidiarían.
Después de algunos juegos por demás inocentes escuchamos a la tía Licha llamarnos.

-Noe. Ven acá con Alberto.
- Hay vamos tía- Conteste y nos apresuramos a subir a su costurero
- A ver chamacos. se van a la tiendita de Celinda y me compran un"combustible"( Por esos tiempos los "Boilers" no eran aun de gas y para calentar el agua se acostumbraba meterles unas bolsas rellenas de aserrín empapado en petroleo que vendían en todas las tiendas. Las había de dos clases, la de lujo de marca "Flama" con un diablito dibujado en la bolsa plástica y la económica embolsada en papel y sin marca. por supuesto estos eran los que comprábamos nosotros)
- Si tía. Vamos manito (Me invito Alberto)
Ya de regreso, la tía nos pidió que encendiéramos el "Boiler" y con el combustible y los cerillos nos dispusimos a hacerlo.Yo como mayor me dispuse a encenderlo y para ello introduje el "Combustible" y algunos pedacitos de madera, también procurábamos separar de la basura todo el papel y cartón para alimentar el fuego ya que el solo "Combustible" no era suficiente para dar a el agua la temperatura requerida. Alberto prudentemente, se mantenía atrás de mi observando atentamente el desarrollo de los acontecimientos y mientras tanto platicábamos de los primos de Alberto que yo no conocía y de los amigos que había dejado en la 201, de su afición por el Cruz Azul y la mía por las Chivas y de la ultima película que vimos juntos en la matiné del "Fausto Vega". Cuando de pronto notamos que un cartón de leche "Chipilo" al quemarse resaltaba las imágenes y nos llamo la atención.
- ¿Ya Viste, mano?- Exclamo Alberto. Señalando la caja que ardía en llamas dentro del "Boiler".-Se ve bien chingon el dibujito¿No?
- Oye si. ¡Que Buena Onda! Nunca me había fijado.- y tontamente introduje el dedo indice para señalar el dibujo y el cartón se pego en mi dedo, el plástico que lo cubría se mantenía adherido a mi y por mas que lo sacudía con desesperación no lograba desprenderlo. mientras tanto Alberto, brincaba frenéticamente de un lado a otro animándome a quitarme el llameante dedal y cuando en un intento desesperado sacudí la mano con mucha fuerza el cartón salio disparado yendo a parar en su mejilla, sus saltos se incrementaron notablemente.
-¡Quitamelo. pendejo¡¡Quitamelo, Buey! - Gritaba desesperado. Tomándolo de un brazo lo atraje hacia el lavadero y con la otra mano le lance agua a la cara,apagando el pinche cartoncito y retirandoselo de la mejilla. Exhaustos nos mantuvimos inclinados sobre el lavadero y de pronto estallamos en carcajadas.Era una situación de veras ridícula, la que acabábamos de vivir y nos colocaba en una posición bastante incomoda, ya que con la tía Licha no valían las excusas. Era gracioso notar en que pedo estábamos metidos a pesar de andar cuidándonos todo el santo día.

-¿Como se me ve?- Pregunto Alberto aun sonriente. Fije la mirada en su mejilla y observe la marca dejada por el cartón ardiente al llevarse el trocito de piel con el. En una casa de costureras sobran los espejos, así que no tenia caso mentir.
- De la vil chingada, mano.- Respondí con pesar.-¿Te duele?
-Poquito, pero.....¿Òra que le decimos a mi tía?
- No se wey.- Y el silencio nos envolvió, mientras reflexionábamos, hasta que Alberto entre risas rompió el silencio.
-No mames te veías bien chistoso con el pinche cartón pegado y nada que te lo podías quitar.
- Cállate wey. Tu no estabas como pa' concurso de belleza. Y ¿Como chingaos fue a caerte en la cara?
-¿Quien sabe? El chiste es que me cayo y me ardía bien gacho.
-¿Todavía te duele?
-No'mas me arde tantito, pero....¿Que le vamos a decir a mi tía?
-No se . Ultimadamente ella fue la que nos mando a prender el boiler ¿Que no?¡Pinches mamadas!
-¿Se nota mucho?
- Un chingo, manito. Tu prieto y la pinche mancha rosita ¡ A huevo que se ve!
- ¡ Vete a la chingada! Todavía te burlas wey.
- Ya, ya . Cálmate pinche tochi. Vamonos pa'rriba porque 'orita baja a bañarse y nos cae en la maroma
- ¡ De veras! Hay que subirnos y allá pensamos.
Y diciendo y haciendo, nos fuimos a encerrar y decidimos pedir permiso de que Alberto se quedara a dormir en mi cuarto para esconder el accidente por algúntiempo, así que cuando escuchamos bajar a la tía a bañarse esperamos a escucharla regadera y bajamos a solicitar su permiso.
- tía ¿Podria Alberto quedarse en mi cuarto a dormir esta noche?- Interrogue a mi tía, mientras escuchaba el agua caer en el interior del baño.
-¿Que no pueden dejarme ni bañar a gusto? escuintles latosos. Solo a ustedes se les ocurre molestar cuando me estoy bañando
- ándele tía déjeme dormir acá- Apoyo Alberto- Es que con usted son puras mujeres y yo no me hallo.
- Andale pues, pero nada mas por hoy. Ya mañana te duermes en el cuarto de tu abuelito y por favor compórtense que ya Rosa tiene suficiente con su trabajo como para todavía soportar las travesuras de ustedes.
-Gracias- Respondimos casi a coro y subimos la escalera para refugiarnos nuevamente donde nadie viera nuestras quemadas.

Al llegar mi madre de entregar "Los Colchones"en "LaMerced"(A partir de la muerte de mi padre, mi madre tuvo que trabajar con mucho mas empeño, lo que otrora fuera una actividad para complementar algunos gastos, se convirtió en nuestra única fuente de ingresos y en muchas ocasiones no era suficiente para cubrir todas nuestras necesidades, por lo que se pasaba los días pegada a la maquina de coser y cuando había tiempo hacia labores de limpieza y cocinaba en la casa de los dueños del comercio a quienes les vendíamos los colchones) Cenamos sentados en la cama unos deliciosos tacos de suadero que mi madre trajo. Mientras le platicábamos lo sucedido. Ella nos escucho entre asustada y divertida
-Ay pinches chamacos, son insoportables de veras ¿Y como fue que se te ocurrió meter la mano en el boiler, pendejo?- Dirigiéndose a mi.
-Pos yo nomas quería señalarle al tochi el dibujito- Respondí
-¿Y Pa'que, si el ya lo había visto? ¿ No te he dicho que primero despiertes y luego te pares de la cama? ¡Que pendejo! ¡Estas bien cabrón! Si tu padre viviera ya te hubiera puesto en la madre. A ver déjenme ver sus quemadas,acérquense pa'ca.
Mientras revisaba la mejilla de Alberto Me pidió que calentara un poco de agua con sal en un pocillo y mientra el agua se calentaba, saco de su monedero unas monedas y nos pidió que compráramos en la farmacia unas gasas y merthiolate.
Sigilosamente descendimos la escalera y cruzamos el patio hasta salir a la calle. Al cruzar la puerta, como por arte de magia olvidábamos nuestros pesares era como si pasáramos de una dimensión a otra y corriendo y vociferando nos dirigimos a la farmacia.
Al volver a casa, tomamos nuevamente toda clase de precauciones a fin de evitar ser descubiertos y una vez seguros en nuestro cuarto y mientras mi madre nos curaba, la conversación se dirigió hacia el trabajo de mi mama.
- ¿Como te fue en la chamba, Jechu?- Pregunte
- Bien. Gracias a Dios, pero vengo muy cansada y no pude pasar a comprar el material de una vez, ahora voy a tener que ir mañana.- Contesto.
- Si quieres yo puedo ir a comprarlo y tu descansas un ratito, en lo que vengo-Propuse sin imaginar lo que me esperaba al día siguiente.
-¿Si? ¿Me harías ese favor?
-Claro y si quiere ir el tochi, me lo llevo pa' que no se aburra.
y mirando con intención a mi primo repetí
- No sea burra, tochi, no sea burra ( jugando con las palabras)
- Ya te entendí, no creas que no -Dijo Alberto, reservándose una respuesta mas fuerte por la presencia de mi madre. El continuo trato con el abuelo, nos dio la suficiente claridad mental como para dominar diversos juegos de palabras desde muy chicos y aunque Alberto era mucho menor que yo, comprendía sin dificultad mis dobles sentidos, al igual que mi madre y mis tías. Después de una sabrosa platica decidimos dormir. Mañana seria otro día.

Al día siguiente después de desayunar mi madre me pregunto si aun estaba dispuesto a ir al centro de la ciudad por el material (El "material"consistía en algunos metros de plástico y telas con los que se confeccionaban"Los Colchones" y sus forros, los cuales iban en unos canastos llamados "Moisés", en los que se acostumbra dormir a los niños muy pequeños)
- Ya dijimos- asentí con seguridad.
-Buen, pues toma este dinero. Son trescientos pesos. Te vas primero a "Plásticos y Novedades" y compras el plástico, después vas a Pino Suarez y compras el encaje y la tafeta. ¿Todavía quiere ir Alberto?- Lance una mirada interrogativa a mi primo, Quien a su vez respondió a mi madre asintiendo con la cabeza
-Esta bien. Tengan mucho cuidado. Cualquier cosa llaman al teléfono de Licha.¿Estamos?- Ambos asentimos y mi madre nos reto
- A ver , díganme el numero- y escucho atentamente mientra ambos lo recitábamos de memoria.
-Perfecto, cuídense mucho y tu, Noe. No olvides que tu primo es chiquito y va bajo tu responsabilidad, cuídalo mucho.

Salimos a la calle sin ser vistos por Licha, cosa que nos hizo muy felices y echamos a andar rumbo a Rosales donde tomamos el camión que nos llevo sin contratiempos hasta la calle de San Pablo en pleno barrio de la Merced.

Caminamos por San Pablo, entre tiendas de bicicletas, comida y prostitutas,hasta llegar a Correo Mayor calle en la que se situaba nuestra primera meta "Plásticos y Novedades" comercio en el que comprábamos el plástico. Caminábamos observando los aparadores en los que se ofrecían diversas mercancías, Ropa, cosméticos y artículos estudiantiles,"útiles" como los conocíamos. Comentando sobre el bullicio del que eramos testigos, no repare en el tipo gordo que me cortaba el paso, hasta escucharlo decir Con una voz tan delgada y chillona que el mismísimo Chabelo no podría superar ni en sueños -Voz de silbato- pensé.
- Oigan chavos, ¿ustedes no saben donde puedo conseguir un "Diablero"?(Cargadores que utilizan una especie de carretilla conocida como "Diablo". Los puedes encontrar en todos los grandes mercados del país)
-¿Un "Diablero"? Pos en La Merced- Respondí , sorprendido por la ignorancia de un tipo que a su edad debería conocer el Distrito Federal de cabo a rabo.
-¿Y queda muy lejos?- (Ay no mames, este buey ha de venir directo de Zacazonapan. ¡No conoce la Merced, el muy pendejo!
-Ni tanto-Respondí, lleno de seguridad. Yo si era un verdadero "Chilango"que se sabia todo el "Primer Cuadro" de la ciudad y solo tenia once añitos. Chingon ¿No? - Ni tanto, mire, sale aquí derechito a San Pablo y camina hasta Anillo De Circunvalación, lo atraviesa y listo. Ahí esta La Merced. Yl uego, luego, va a ver un resto de diableros.-Asegure
-Si, hay un montón- Me respaldo el tochi, demostrando al extraño venido de la lejana galaxia de Zacazonapan, sus enormes conocimientos de la Ciudad De México.(Pinche Tochi. Siempre tan "Jala Parejo" pensé y un escalofrió lleno de ternura me recorrió el cráneo.El tochi era lo mas cercano que tenia a un hermano y cada que se sacaba una puntada yo me enorgullecía un chingo)
-Hijole, es que me va a quitar un chingo de tiempo ir hasta allá y llevo mucha prisa. Estoy dando cuarenta pesos por llevarme dos cajas de cuadernos, a tres calles de la papelería (Ay wey, a mi me daban un peso para gastar en la escuela y eso cuando había dinero, sino ni el peso veia)-Ustedes podrían hacerme el favor y ganarse esa feria.¿No?
Alberto me miro con una cara de ansiedad que aun no puedo olvidar. En su mirada pude descubrir la misma esperanza que yo podía sentir crecer en mi. Con un gran pesar por el y por mi,decidí que aquel hombre era un desconocido y no podía confiar en el, ademas, ¿A quien chingaos se le ocurría que yo podía cargar con dos pinches cajas de cuadernos?
- Chin pues que mala pata. fíjese que yo no aguanto tanto y mi primo menos todavía. Mejor corrale a La Merced y se trae un diablero de volada. Nosotros estamos chavos todavía.

Al responder negativamente sentía como si me sacara una tripa pero, primero había que andarse con cuidado con los rateros, si a los grandes se los chingaban, a los chavos como nosotros ¿Que nos esperaba? y segundo de veras no creía poder con el peso de dos cajas de cuadernos.
-Andale, no seas gacho, mano. Si ni pesan ( Al notar mi mirada de incredulidad,agrego con nerviosismo) Yo nomas porque ando bien madreado de la cintura y no puedo cargar. También por eso no quiero ir tan lejos a traer a un diablero,porque luego, luego, me chingo. Después no puedo ni caminar, ademas ustedes me cayeron a toda madre y quiero que se ganen la lana. imagínate, cuanto te vas a gastar en sabritas. ¿A poco no?- Mirando hacia Alberto.-Miren pa' que se animen les voy a dar tres libretas a cada uno pa'ora que entren a la escuela, sus jefes ya no gasten tanto.Tu que estas mas grande-Dirigiéndose a mi- te echas dos viajes y ya esta. Ahí mismo les doy sus cuarenta pesotes y sus libretas, de las que me pidan.
-¿Tiene de colores?-Interrogo Alberto y ahí mismo y sin querer me partió la madre (en ese tiempo estaba de moda la marca de libretas Stylo y era la única que tenia libretas con hojas de colores. Yo que siempre había soñado con una libreta Scribe de espiral sin conseguirla, de pronto me encontraba con la oportunidad de tener tres Stylo Color de un chingadazo y una buena feria de rebote. Ya me veía mandando a la chingada mis cuadernitos Polo que en vez de espiral tenían tres pinches grapitas y ni como arrancarles una hoja porque luego, luego te caía la maestra) El gordo, pendiente de mis reacciones, de inmediato aprovecho y me dio la puntilla.
- ¿Claro! y para que vean cuanto me caen de bien, les voy a dar también unpaquete de Pincelines Fantasy( Fa-fan-ta-fa-sy-fy Rezaba el comercial quepromocionaba tan magnifico invento ¿Quien se hubiera imaginado que algún díaexistirían plumones de color?¡ la cara que pondrían mis pinches compañeroscuando sacara de mi morral el estuche de pincelines! ¡ No mames!)
- ¿De cinco o de diez?- Ya sin poder contener mi entusiasmo.
-De diez. claro
-¿Uno pa' cada uno?
-Este es buen negociante ¿No?- Viendo a mi primo- Ya vas, nomas porque me caes a toda madre, pero ya hasta ahí porque ya me vieron la cara de pendejo.Vénganse, vamos a la papelería, Pa' que sepas de donde me las vas a llevar y luego te llevo a donde me las vas a dejar ¿Orale?
-¡Orale!- Asentimos gustosos y caminamos a su lado. Al llegar a una papelería atestada de gente. Me dijo
- Ven te presento a la chava que te va a entregar las cajas- y dirigiéndose a una muchacha rodeada de clientela, exclamo- Señorita, señorita-Al llamar la atención de la aludida. Dijo- El es quien va a venir por las cajas ¿Eh?- La chica solo asintió con la cabeza y siguió atendiendo clientes.
- 'Ora vamos a donde me tienes que llevar las cajas- Me dijo, mientras salíamos del establecimiento y pasando por el tochi, echamos a andar por Correo Mayor hasta tomar Corregidora, después la plaza mayor hasta Donceles y ahí, luego de caminar unos veinte metros. Dijo
-Aquí te vamos a esperar. ¿Sabras llegar sin perderte?- (Pendejo. No sabes conquien estas hablando, a huevo que se nomas faltaba. Aquí el único que no conoce eres tu) pensé mientras respondía
- Si señor.
-Bueno, pos a darle. Te voy a llevar pa'star seguro que vas a la papeleríaindicada, no te vayas a equivocar y que pinche perdedero de tiempo. Tu,chaparrito nos esperas aquí.¿Eh?-Dirigiéndose a Alberto- No te vayas a mover.nomas dejo a tu primo y regreso.¿No te da miedo? ¿Verdad?
-No- respondió alberto con valentía- Aquí los espero.
- Vamos pues- Dijo el gordo mientras echaba a andar, después de algunos pasos se detuvo abruptamente fingiéndose sorprendido por una idea repentina- Oye ¿No traerás nada de valor? ¿Verdad?- negué con la cabeza, comenzando a sospechar. El al notar mi desconfianza. Agrego-Es que me han dicho que por aquí hay muchos rateros y como te van a ver con las cajas ... Vayan a pensar que traes dinero y te quieran robar- Sin darme tiempo a reflexionar. Añadió-Si traes dinero se lo habías de dejar al chavito, de el ni quien sospeche. imagínate tu chambeando pa' que otro wey te chingue tu dinero. Yo te lo guardaría pero... ni nos conocemos bien todavía.
-¿Tu lo cuidas carnal?- Pregunte a mi primo.
- Si manito- Respondió con la seriedad que tan solemne momento requería.
- Que nadie vea que se lo das- Aconsejo el gordo mientras hacia"casita" con su enorme corpachón. Yo saque el dinero de la bolsa del pantalón y se lo entregue al tochi , que nada pendejo lo deslizo de inmediato en la bolsa del suyo.- Te lo encargo mucho, carnal- Le dije quedito-No hay pedo. Yo lo cuido- Me respondió con seguridad.
- Pos 'ora si. Vamonos corriendo que ya se nos hizo tarde y el tiempo es oro -Dijo el gordo echándose a andar a toda prisa , sacándome varios pasos de ventaja y obligándome a correr tras el para alcanzarlo
- ¡Apurale chavo! ¿No ves que tu primo se quedo solo? Me da harto pendiente,mano. Orita nomas te llevo y me regreso en chinga a cuidarlo. Ya ves que esta bien chavito.¿Cuantos años tiene?
- Siete. Pero es bien cabrón. Bien pinche listo pa' su edad- Respondí orgulloso
- Se ve, se ve,- Acepto el gordo- ¿Ya viste la papelería?
- Si.
-Cámara,- hay te dejo, voy a cuidar a tu primo. No te tardes ¿Eh?
- No mas que me den las cajas y allá les caigo. Me llevo de a una¿Verdad?
- Si. La otra se las encargas a los de la papelería. Les dices que orita vienes por ella.
y dando vuelta hecho a andar al encuentro de Alberto. A mi algo no me cuadraba pero no sabia de que se trataba y me apresure a terminar con el asunto.

Entre en la papeleria y de inmediato busque con la vista a la dependienta que me atendería pero no estaba a la vista. Los demás empleados también lucían ocupadísimos y no sabia a quien dirigirme. al dar otro repaso visual sentí un gran alivio al ver aparecer desde el fondo del pasillo a la chica cargada de"útiles" y fui a su encuentro.
- Señorita ya vine.-Le dije.
Me miro sorprendida, sin reconocerme y agregue- Por las cajas de cuadernos, que le dijo el señor gordito
- Ah si. Pero tienes que tomar un turno y esperar a que te llame- Una enorme inquietud se apodero de mi. Era una especie de presentimiento que ponía mis piernas a temblar en un intento de correr.
- ¿No me las puede dar así? Andele es que tengo mucha prisa y todavía tengo que regresar por la otra- rogué desesperado. La chica me miro con cara de simpatía y me dijo
- Nomas despacho este pedido y te atiendo a ti ¿Juega?- asentí con la cabeza, totalmente enamorado ya de su sonrisa y amabilidad-¿Van a ser de raya, de cuadro, o de dibujo?-
- ¿No le dijo?
- No.
Me congele. ¿Y ahora que chingados hago? ¿Como no se me ocurrió preguntarle?¡Pero que pendejo! mejor le corro a preguntar ya se esta haciendo tarde y por ahí checo que este bien el tochi
- Orita regreso señorita le voy a preguntar
- Aquí te espero-
Sali corriendo como alma que lleva el diablo la inquietud me devoraba y no dejaba de crecer a cada momento.en mi mente no dejaba de reprocharme ¿Como fui a dejar al tochi solo? Ay Dios Mio, Que no se lo hayan robado. Señor no dejes que le pase nada malo. Ora si voy a estudiar, Señor pero por favorcito que el tochi este bien.
Al dar vuelta en Donceles, pude verlo, sentadito en las escaleras de una librería, esperándome y el alivio casi me hace cantar. Disminuí el ritmo de mis pasos y lo observe mientras me acercaba ¡Que pequeño! y ¡Que valiente! Nuevamente fui invadido por la ternura y el orgullo ¡Que chingon mi primito. Me cae de madre! Ensimismado en sus pensamientos no noto mi presencia, hasta que estuve Frente a el. Al levantar los ojos y verme, me dedico una sonrisa afectuosa y pregunto
-¿Que paso, Ya estuvo? ¿Ya trajiste la primera? ¿Y si te ayudo con la otra? Ya no quiero quedarme aquí. Manito.
- No,mano. no me dijo ese cuate de cuales libretas y me regrese a preguntarle.¿Y donde esta?
-Fue a verte. Tenia pendiente de que no las fueras a aguantar.
La desconfianza volvió de golpe. trate de hacerla a un lado pero era muy fuerte y se quedo ahí, presionando mi cerebro entre sus garras y susurrando en mi oído una sola frase- Eres un pendejo, Eres un pendejo- Repetía sin cesar.
La pregunta llego flotando tras de mi, entro por mi nuca y salio por mi boca
-¿Y el dinero, carnal?
-¿El dinero?-Pregunto sorprendido-Pos se lo di. Como tu mandaste decir.
-¡No mames, wey! ¿Se lo diste? ¡En la madre! ¡Ya nos chingo!
- ¿Tu crees?
- Si. A huevo. Por eso tantas pinches promesas. ¿Y ahora, que le digo a mi mama?
- A lo mejor te anda buscando, pa' ayudarte con la caja. Se veía re preocupado.habíamos de ir a ver.
- Vamos pues- Mientras caminábamos, pude ver varios camiones de la policía repletos de granaderos. Estacionados en el Zócalo y me imagine organizando la captura del pinche gordo y como me pedía perdón llorando, mientras era arrastrado a la cárcel mas cercana. Sin dejar de observar a quienes nos rodeaban, seguimos nuestro andar en busca del gordo con la vaga esperanza de recuperar el dinero de mi madre. Cuando llegamos a la papelería mi zozobra era tal que ya no podía disimularla y con muy pocas esperanzas interrogue a la señorita que antes me atendiera.
- Disculpe¿No ha venido el señor de los cuadernos?
- No. No ha venido- Mirándome con preocupación-¿Están perdidos?
-No. es que me pidió que le lleve los cuadernos pero no lo encuentro para llevárselos.Ya se los pago ¿Verdad?- Pregunte, temiendo la respuesta.
-No.
El empleado que atendía a su lado. volteo hacia mi mientras me preguntaba
- ¿Le dieron dinero?-al responderle afirmativamente, pareció disfrutar la respuesta y con cara de sabelotodo sentencio
- Ya se los chingaron, chavos. Ya mejor váyanse a su casa ese wey ya ha de irbien pinche lejos.

Salimos del local, sin saber que paso dar a continuación. Una idea llego a mi mente y se la exprese a mi primo.
-¿Y si pedimos ayuda a los granaderos?
-¡Claro, que lo agarren y le pongan una madriza por culero! ¡Que buena idea,manito!- y corrimos hacia el Zócalo, no había tiempo que perder el pinche gordo seguramente se estaba alejando cada vez mas. pero los granaderos en sus camiones podrían alcanzarlo rápidamente, a lo mejor hasta los helicópteros le echaban. Pinche gordo pendejo, no supo con quien se metió, arrepentidota que se iba a dar el buey. Al llegar al Zócalo nos dirigimos al primer camión y de un vistazo decidí hablar con un granadero que se asomaba por la ventanilla y tenia cara de amabilidad.
- Oiga señor. ¿Usted nos puede ayudar? Por favor.
- ¿Que les pasa chavos?- Contesto
-Fíjese que un señor nos engaño y nos quito el dinero que nos dio mi mama para el material.
-Hijole, chavos. Yo con gusto los ayudaba pero ya nos tenemos que ir y no podemos bajarnos. Nomas estamos esperando a que lleguen los chóferes, pero búsquense un policía de a pie y le cuentan lo que les paso y el les va a ayudarpero corranle o se les pela el ratero.
No necesito decirlo dos veces. Salimos corriendo de regreso a Correo Mayor enbusca de un policía que nos auxiliara y al ver a uno en la acera platicando con una "Maria"(El Centro de la ciudad siempre ha padecido por elambulantaje, en los 70's, aunque en mucho menor proporción, existían vendedorasvestidas de inditas a las que llamábamos "Marias". En su mayoría sededicaban a verle la cara de pendejos a los turistas extranjeros vendiéndolesbaratijas a precio de oro pero también a muchos paisanos que no frecuentaban el centro los timaban vendiéndoles bolsas con cacahuates, nueces o pistaches que simulaban estar copeteadas. El truco consistía en meter el puño por el fondo de la bolsa para doblarla por el interior y poner las nueces solamente en la parte superior) Nos dirigimos hacia el, sin tomar en cuenta nuestra presencia, el azul siguió platicando con la maría. En nuestra apuracion decidimos interrumpir, lo que no pareció agradarle en absoluto.

-Señor, señor ¿Podría ayudarnos? Un tipo gordo nos quito el dinero que mi mama nos dio para comprar el material.

-Uuuuuuuuuuuuy,manito. Yo no me puedo mover de aquí, vamos a hacer una cosa. Ustedes me lo traen y yo aquí lo apreso ¿Que tal?.- No podíamos creer lo escuchamos.

-Ayudalos no seas cabrón- exclamo la maría, al parecer indignada también, a lo que el poli respondió.

-No les creas. ¿No ves que es una trampa? A estos chamacos los mandan los rateros para distraernos de nuestra vigilancia y poder robar a gusto. Mientras yo me ando paseando con ellos sus cómplices se adueñan de todos los negocios. Si es lo primero que nos enseñan.

- Ay. No mames. Que poca madre tienes.- Respondió la Maria, el policía molesto se volvió contra nosotros.

- ¿Ya ven? Por su pinche culpa. Orale, sáquense a chingar a su madre de aquí- Exclamo amenazante. ¿Y Con quien acusas a un policía?

-Vamonos manito- Me urgió Alberto jalandome la manga.

-Vamonos.-Le respondí. Ya sin ideas y con la moral por los suelos (A esa edad todavía crees ,que la policía esta para combatir a los ladrones aun a costa de su vida y tener el primer encuentro con la realidad es tan o mas frustrante que ser robado) continuamos caminando por correo mayor.

De pronto escuche a Alberto decir.

-Perdóname, manito.

-¿Por Que?

- Por darle el dinero al pinche gordo.-Queriendo llorar.

-No. Perdóname tu a mi, por haberte dejado solo con ese wey. ¿Que tal que te roba? Lo importante es que estas bien- Queriendo llorar yo también. La sola idea de que, pudiera pasarle algo a mi primito, me partía la madre en seguida.Mientras cavilaba, vi el pasaje en el que se ubicaba Plásticos Y Novedades y se me prendió el foco.

-¿Y si le pedimos prestado el material a Mario?

-¿Crees que te lo preste?

-Yo creo que si. Tenemos un chingo de tiempo comprándoles y nunca les hemos pedido nada, ademas, yo siempre soy a toda madre con el.

- Pues hay que decirle.- Con la esperanza renovada, caminamos directamente a la tienda y en el mostrador de la entrada pedimos hablar con Mario, el encargado del negocio.

-Huy.que formalito vienes hoy, Noe.- Me dijo la cajera - Hasta pidiendo audiencia y toda la cosa.-Su expresión cambio al notar los surcos que las lagrimas habían dejado en mis mejillas-¿Estas bien? ¿ Por que lloraste?- Mi respuesta broto acompañada de un sollozo y mientras mas hablaba mas lloraba. Era la primera vez en todo el día en que un adulto parecía interesado en ayudarme realmente y no pude contener el llanto, al sentir el interés Que esta mujer mostraba por nosotros.

-Nos robaron el dinero y no tengo para pagar el material ¿Podrías fiarmelo mario? Por favor. Yo te lo pago. De veras,mano.

Mario me observo y negó con la cabeza, mis esperanzas se vinieron abajo. ¿Que este wey no era mi amigo? ¡Que puto! La primera vez que le pido un pinche favor y me lo niega. Ya ni la chinga.

-¡Prestaselo,Mario.- Imploro Martha, la cajera- Míralos, pobrecitos. Están bien chiquitos,mira este chaparrito. ¿Te hicieron llorar tambien, mi vida?- Alberto asintió llorando y me cae de madre de que si no hubiera estado el mostrador de pormedio, se hubieran abrazado.

- Si Martha. Están bien chiquitos, por eso mismo no puedo prestarle nada, ademas su madre merece saber que les paso. Mira Noe, tu sabes que aquí los estimamos mucho ( Aja, como no, pinche ojete) dame el teléfono de tu mama y la llamamos para que venga por ustedes. - Y volteando hacia Martha, dijo- Martha por favor preparame tres vales a nombre de la señora rosa, vamos a ayudarla. como no,pero tendrá que ser ella la que nos firme los vales-

Recite el numero telefónico y el alivio me fue invadiendo a medida que comprobaba que la responsabilidad era atraída por los adultos.

Al colgar mario el teléfono, me dijo

- Ya esta. No te preocupes, mano. Ya tu madre viene en camino. siéntense un ratito y orita les traigo unas Sabritas.

La idea de que nos "Dispararan" unas Sabritas nos devolvió la sonrisa y nos sentamos a esperar. Cuando llego el esperado obsequio, tuvimos que despertar al Tochi, que agotado de dar vueltas a todo correr se había quedado dormido ,recargado en mi costado.

Mi madre no tardo en llegar y se veía alarmadisima. De inmediato nos hizo un reconocimiento y mientras firmaba los vales que amparaban el costo del material no dejaba de agradecer las atenciones que nos brindaran en la tienda. Al salir a la calle me interrogo.

-¿Como fue que les quitaron el dinero?- Hasta la fecha no se que me obligo a mentir.

-Un gordo me alcanzo por atrás y me empujo y me jalo el dinero- Respondí.

-Si un gordo, grandote y Noe no se lo quería dar y luego lo correteamos pero no lo alcanzamos. tía- Me apoyo Alberto. Mis sentimientos se vieron divididos entre la vergüenza de mentir a mi madre y el orgullo de ver la lealtad a prueba de balas que me tenia el tochi. Desde entonces vivo con el cargo de conciencia de haber mentido a mi madre y a pesar de que han pasado mas de tres décadas, no puedo dejar de sentirme una mierda cada que recuerdo mi mentira hacia la persona que mas me ha querido en este mundo.



Después de unos años, cuando ya estudiaba la secundaria en otro rumbo de la ciudad,recorde esta experiencia y mientras la narraba a un par de amigos, se fue formando una bolita de chamacos para escucharme. Yo esperaba que al terminar,empezaran a chingar con aquella frasecita de - 'Ora echate una de vaqueros-Pero, por el contrario, todos quedaron en silencio, solo uno de ellos, ElSasquash ( Por lo grandote) me dijo- Yo si te creo, mano. Fijate que ese wey también nos chingo a mi y a mis dos primos cuando fuimos al Centro a surtir nuestras listas de útiles hace un año.

El saber que el maldito gordo no me había visto la cara de pendejo solo a mi, me resulto agradable, pero el imaginar que andaba suelto, buscando mas victimas entre los niños, me alarmo cantidad y desee ser un gran vengador para partirle la madre, pero no todos los deseos se hacen realidad. y me quede con las ganas hasta la fecha. De cualquier modo te recomiendo no dejar a tus hijos solos por aquel rumbo, donde el que no corre vuela.



15 DeFebrero 2008

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Conquistas? II

Sin pensar, pregunte. ¿Me regalas un beso?- Me miro sin sorprenderse y negó con la cabeza.-¿Puedo saber por que?
-Tengo novio... y nos queremos casar.
-¡Oh!- Guardamos silencio, pero no soltamos el abrazo, De pronto dijo- Y no te atrevas a querer besarme a fuerza.
-¿Besarte a fuerza? No entiendo, ¿Es algo así? -Y acerque mi boca a su cara, la cual de inmediato alejo de mi y ya estábamos forcejeando nuevamente.
- Te dije que no. A mi nadie me ha podido besar a fuerza.
-Te acabo de besar el cachete.
-Ese no vale.- Mirándome a los ojos con una expresión traviesa, que invitaba a continuar- Para que sea un beso, tiene que ser en la boca.
-¿Como este?- y trate de besarla rápidamente, pero nuevamente me esquivo.
- No chiquito. No es tan fácil. Fíjate.-Disimuladamente, le tome con mi mano izquierda, la mano que tenia en mi cintura. Preparando una ofensiva de la cual, le seria difícil escapar
- Solo es cosa de usar las manos.
-Tu sólito te atrapaste- me dijo mientras apretaba mis manos. Yo simplemente deje caer el cuerpo hacia atrás arrastrándola conmigo. Quedamos tendidos de espaldas, su brazo izquierdo bajo mi cuerpo, estaba imposibilitado para accionar y su mano derecha enlazada a la mía tampoco seria de mucha utilidad. Al comprender mi ventaja, se alarmo cantidad y el miedo asomo en su mirada, sin que ella hiciera por disimularlo.- Creo que estas perdida.-Puntualice.- ¿Quieres rendirte, ya?
- Es trampa- Protesto, pero la opción de rendirse le hizo saber que no pensaba obligarla y pareció relajarse- Suéltame las manos y veras. - Amenazo.
- No creo. Pensándolo bien, voy a besarte hasta que te rindas.
- Inténtalo. Dudo que puedas.- Puse mi mano en su mejilla y me prepare para besarla, pero de inmediato volteo la cara hacia un lado y luego hacia el otro, recostados en la cama atravesados, nuestros pies quedaron colgando y de pronto los uso para impulsarse y trataba de liberar el brazo que tenia bajo mi cuerpo, sin dejar de poner la boca fuera de mi alcance. En el forcejeo temí lastimarla e intente negociar.-Mira no te vaya a lastimar, te propongo un trato. Te libero a cambio de tres deliciosos besos.-Me miro fijamente y en un susurro expreso.- No, chiquito. Yo no soy como los inditos que espantaste en la subida, a mi no me espantas platicando.- Me levante a medias e incline mi rostro sobre ella. Mi mano se poso suavemente sobre uno de sus senos y de pronto dejo de sacudirse, yo apreté suavemente un instante y luego deslice la mano hasta su cuello en espera de sus reclamos. Sus ojos estaban fijos en los míos y no dijo nada, al sentir mi mano descender hacia su pecho nuevamente, su respiración se acelero y al sentir el contacto enterró su rostro en mi cuello, su silencio me animo a continuar y ataque los botones superiores de la blusa sin encontrar la menor resistencia, mi mano se introdujo por la parte superior de su brassier y la escuche protestar muy bajito- No, no.- el calor de su aliento en mi cuello me produjo una oleada de placer y tomando su brassier por la cinta inferior lo jale hacia arriba. Sus pechos se liberaron de inmediato y ella exclamo- ¡Oh!.- Al parecer sorprendida por la maniobra. Yo al ver sus pezones me sorprendí también. Eran sumamente pequeños y parecían querer esconderse, entre la carne del busto, la aureola que los rodeaba era de un color rosa, que me hizo preguntarme- ¿Es Virgen?-(A mi mente vino una conversación, con los maestros de obra cuando era ayudante de pintor. Don Margarito, nos contaba una de sus aventuras.-....Y cuando la encuere me di cuenta que llevaba harto tiempo sin que se la cogieran....
-¿Y como supo eso?- Interrumpí, interesado.
- Pos, en las chichis se ve, no seas wey. Una vieja con las chichis rositas, lleva buen rato sin coger. Si las tiene negritas es que anda coge y coge. Las casadas las tienen negritas.- Sonriendo a los demás mayores, que asentían silenciosamente, avalando la veracidad del comentario.- No me preguntes por que. Pa'pronto no se. Pero así es. Si sus chavas las tienen negras, mejor vayan pensando en otra vieja, por que a esas se las andan cogiendo, Su patrón o alguno de sus primos.)
El descubrimiento, de su falta de actividad me motivo cantidad y me sentí aun mas afortunado.
Bese sus pezones y la sentí suspirar suavemente acaricie su vientre mientras besaba sus pechos y de pronto me dijo.- No me vayas a agarrar "Ahí", por favor, "Ahí “no, por favor- El mensaje fue recibido por mi cerebro, procesado y reenviado a mi mano, la cual sin perder un segundo se poso en su entrepierna y a pesar de la mezclilla, pude notar el calor en su interior. Ella proyecto su pelvis contra mi mano y yo la acaricie frenéticamente. Nuevamente forcejeamos. Esta vez, mas para acercarnos. Ataque su cinturón y rápidamente logre quitar el seguro, sin recibir respuesta de su parte pero cuando libere el botón, sus fuerzas se redoblaron y forcejeo de forma tal, que renovó mi temor de lastimarla. Por lo que exclame- ¡Ya. Tranquis¡ Si quieres te suelto pero no te retuerzas o te vas a lastimar.
-Pues claro que quiero que me sueltes ¿Que te piensas? ¿Que me gusta? ¡Mira nomás, ya me encueraste toda!- Al sentirse libre se levanto rápidamente y se alejo unos tres pasos, y se detuvo a arreglar su ropa. Ni siquiera se dignaba a mirarme y me pregunte ¿En que momento la regué y de que manera podría retenerla? (Recordé otro consejo de pintor. Este de Don Silvestre - Cuando, una vieja se hace la difícil y se te va, es por que eres un pendejo, que no se sabe el truco de "La Vela".
-¿El Truco de "La Vela"? ¿Cual es ese, Don Silver?- La risa de Toño, el albañil, indicaba que, o el ya se lo sabia o que yo estaba siendo muy obvio en mi interés.
-Se me hace, que ya se te ha ido viva alguna palomita, pinché Noé - Exclamo divertido, Lupe "El Karateca". Yo de 17 años, no estaba como para discutir mis proezas con una bola de cabrones que ya estaban hasta casados y preferí guardar silencio.
- No lo estén chingando, si no se la sabe, mejor es explicarle. ¿O no chavo? - Asentí en silencio y Don Silver vertió una gota de sabiduría que yo bebí ávidamente- Las mujer que te ve "La Reata" esta perdida, si se la enseñas tiene que agarrarla y si la agarra tiene que metérsela. Por eso es que no ves a las viejas manoseándonos en el metro o en el camión. Ellas, si agarran ya no sueltan.
-¿Como los perros Bulldog?- Interrogo el cuino y nos cagamos de la risa todos.
- Y ¿Por que se llama de "La Vela".
- Por Verla wey, De verla. Chingao.) Me levante apresuradamente y con torpeza me baje el cierre del pantalón vaquero. Ella escucho el sonido y detuvo sus movimientos, yo desesperado trataba de sacar mi miembro, de su prisión pero el nerviosismo y la prisa me entorpecían, ella se volvió hacia mi preguntando -¿Que haces? y al verme exclamo-¡Ay! ¡No lo vayas a sacar, por favor! ¡No lo saques!- Y ya estaba junto a mi, como queriendo evitar que lo sacara, pero ayudándome a hacerlo- ¿Por que, eres así? ¿Por que tenias que sacarte "esto"? Pregunto, apretando mi miembro en su mano, aun con la tela de la trusa de por medio.

- "Esto" tiene su nombre- Respondí.

- ¿Y como se llama?- Sorprendida.

-Campeoncito.- Puntualice.- Una sonrisa aleteo, retadora en sus labios

-¿A poco si?- apretando aun mas fuerte, como queriendo comprimirlo, en sus manos.

-Claro. Además tiene a sus amigos.

-¿Amigos?- La alarma volvió a su cara.

-Así es. Siempre lo respalda un par de amigos.- Y la comprensión, apareció en su mirada, la sonrisa picara regreso mientras, su mano izquierda buscaba mis testículos. De pronto todo el placer se convirtió en dolor al momento en que los apretó con fuerza, mi cuerpo instintivamente retrocedió y ella pego un gritito, de miedo.- ¿Te lastime?- Pregunto.
-¿Crees que son de hule?
- Perdón,- Y acariciándome suavemente, interrogo- ¿Ya mejor?- Sin responder la tome por la cintura y la atraje hacia mi, la tome por las nalgas con ambas manos y ya no se resistió, la levante y la lleve de regreso a la cama, donde la recosté y le desabotone la blusa, ella no soltaba su presa y cuando le desabotone el pantalón e intente quitárselo me resulto imposible. Propuso.-Quítate el tuyo y yo me encargo de el mío.- La aceptación implícita me alegro cantidad y entonces recordé un detallito. Desde una semana antes, tenía un paquete de condones Profam, guardado en mi cajita fuerte (Una alcancía con forma de caja fuerte, que mi tía Licha me regalara cuando cumplí quince años) y allá voy de nuevo al librerito que inicio todo. Ella me observo con curiosidad mientras se terminaba de desvestir y al verme sacar el paquete. Pregunto - ¿Que es eso?
- Preservativos- Respondí, orgulloso de estar preparado para la ocasión.

- Si te pones eso, no me tocas- La respuesta me congelo. Nunca imagine esa reacción, si bien en esas fechas el SIDA era desconocido para la mayoría de la gente. El condón era muy recomendado como método anticonceptivo y para prevenir enfermedades venéreas.- ¿Que piensas que soy? ¡No te vaya a pegar una infección!

- No es eso, linda. También previene embarazos o ¿Te estas cuidando?

- De eso me ocupo yo. - Se veía tan hermosa con solo las pantaletas puestas y arrodillada en mi cama, que sin pensarlo deje los condones a un lado y me termine de quitar el pantalón, ella se levanto y empezó a preparar la cama.- Déjala así- Rogué. Ella me miro y añadí- Quiero verte desnuda.

- ¿Mas?- Contesto sonriente y dejo las cobijas en su lugar.- Ven aquí," Campeón" y me recibió entre sus brazos.

El sudor descendía por mi frente y mi espalda, el sentir su cuerpo bajo el mío, aun después del amor me hacia inmensamente feliz. Me pregunte que paso dar a continuación. Esta era una experiencia tan agradable, que temía estropearla. Sus manos recorrieron mi espalda y susurro en mi oído:

"Mientras el mar, besa una playa ajena,

Yo busco en vano tu nombre entre la arena,

Yo busco en vano la luz de tu verano

Y aquellas noches anchas bajo el cielo,

Cuando tu piel se acostumbro a mi mano

Y mi frente a la sombra de tu pelo"..........

¿Donde escuche esto antes?

- Yo tengo esa canción- Afirme.

-¿Si?- Esperanzada.

-¿Quieres oírla?

-¡Claro! ¡Me encanta!- Me levante y prepare el tocadiscos, busque minuciosamente en el disquero que ocupaba la esquina izquierda de mi habitación y localice el disco. Era un 45 y le pase la funda para que la viera mientras yo lo ponía a reproducir.

- Ven aquí- Me invito. -Házmelo mientras lo oímos.

Mi vieja cama individual, no era la mas discreta, pero el rítmico rechinar me pareció el mejor de los acompañamientos.

Mientras el mar besa una playa ajena

yo busco en vano tu nombre entre la arena

yo busco en vano la luz de tu verano

y aquellas noches anchas bajo el cielo

cuando tu piel se acostumbro a mi mano

y mi frente a la sombra de tu pelo.

Y hay tanta adolescencia apresurada

y tanta soledad arrepentida

que estas aquí y aunque no estés conmigo

vuelvo a encontrar tu corazón amigo

junto a las cosas que toco tu vida

Y hasta en el cielo la luz del sur evoca

antiguas alegrías que se han muerto

y el faro al sol es una estrella rota

que nombra la vigilia de algún puerto

Y hay tanta adolescencia apresurada

y tanta soledad arrepentida

que estas aquí y aunque no estés conmigo

vuelvo a encontrar tu

corazón amigo junto a las cosas que toco tu vida.

Su cuerpo se tensó, sus manos se crisparon en mi espalda y su intimidad latió brevemente en la mía, suspiro profundamente y me miro con ternura- Ahora si te ganaste un beso.- y me beso con pasión. Yo me pregunte ¿donde chingados quedo el romanticismo? Si después de hacer el amor dos veces, llega el primer beso.
-No imagine que fueras así.-Comento, mientras me empujaba suavemente hacia un lado. Me tendí sobre un costado para aprovechar el escaso espacio disponible.
- Tápame, tengo frió.- Me levante y ella solo se incorporo a medias para hacer las cobijas a un lado y taparse con ellas mientras fingía tiritar. Me miro seductora mientras decía invitante- Ven Tráelo acá, le quiero agradecer.- Me acosté con ella y me cobijo mientras interrogaba-¿Hace cuanto que no lo hacías?-¡Ah, chinga!¡ Ahora si!¡Los patos tirándole a las escopetas!¿ A que hora me la volteo?¿En que me lo noto? ¿En las chichis?

- Cerca de un año- Respondí.- ¿Y tu?
- Eso no se pregunta.
- Mira nada más, que niña tan lista.
-Me caías tan gordo cuando me llamabas "niña"- Cambiando de tema bruscamente.
-¿En la escuela?
-Si. Me gustabas mucho, eras muy guapo.
-¿Eras?
-Eras. Ahora estas horrible-Sonriendo, al tiempo que confesaba- Me muero de hambre.- ¡En La Madre! ¡Que animal! Se me olvido por completo, que cuando la encontré, buscaba que comer. ¡Valiente anfitrión! desde que la traje, no pensé sino en meterla en la cama.
- Permíteme. En un momento traigo algo de comer.- Me levante y me puse un "short" para salir al patio, me lave las manos y entre en la cocina rogando por que hubiera algo en el refrigerador, al abrirlo encontré unos huevos y medio litro de leche, pensé en freír unos huevos y mire al fondo un yogurt, cuando pensaba en ofrecérselo mientras preparaba algo. Sentí sus manos rodearme por la espalda mientras decía- A mi pasame el yogurt.
Por contacto supe que seguía totalmente desnuda y alarmado voltee hacia la ventana que daba a la calle. Ella noto el gesto y me recrimino
-¿Por que no corriste las cortinas?- La cubrí con mi cuerpo mientras la llevaba de regreso a cubierto.
- No nos vio nadie, no te preocupes.
- ¿Y si nos vieron? ¿Que van a decir?
- Que soy un suertudo
- Eso ya lo habías dicho ¡Payaso!
-Mientras mas lo repito, mas me convenzo - La abrace y se estremeció de frio. Dio vuelta y exclamo- ¡Voy por tu camisa!- De verdad era un cromo de mujer. Así de espaldas y corriendo por la camisa, con la piel chinita de frió, las nalgas apretaditas. Me pregunte si querría quedarse conmigo, Regrese a la cocina por el yogurt y descubrí un par de rebanadas de jamón en un lejano rincón y las lleve conmigo a mi cuarto. Al verme entrar y luciendo puesta mi camisa, me pregunto mientras la acercaba a su nariz-¿Que loción usas?
- Siete machos
-¡Ya! ¡En serio!
-Se llama Musk oil (Una cuñada de mi patrón, me había rociado con una muestra de esa loción, en su afán de venderme un frasco que costaba bastante caro. Yo en realidad solo usaba de vez en cuando un poco de agua de colonia, antes de acostarme. Pocas veces he agradecido tanto una coincidencia)
- Huele riquísimo- mientras recibía el yogurt y se aprestaba a comerlo.- Encendí el televisor y la escuche decir- Mejor pon mas música, ¿Quieres?
-Claro. ¿Que música prefieres?
-Algo ad hoc.- el escucharle esa expresión me recordó lo snob que en ocasiones llegaba a ser y me trajo un montón de recuerdos de ella en el colegio, los cuales saboree mientras ponía el ultimo L.P. de Emmanuel. "En La Soledad".
- ¿Que tal? ¿Te gusta Emmanuel?
-Mucho- Claro que le gustaba, en esa época casi nadie podía resistirse al influjo del pecosito cantante.
-Bueno, ya te cumplí un deseo. Ahora te toca a ti
- ¿Que quieres?
-Que te quites la camisa
-No quiero. Hazme lo que quieras, pero déjamela puesta.-Mientras lamia la cuchara, al verme acercar. Sugirió- Ya te dedique una canción, ahora te toca a ti. Regrese lo avanzado y moví el brazo del tocadiscos hasta la canción "Estoy Loco". Al volver hacia ella, la vi acostada de espaldas con la camisa puesta pero abierta, esperando por mí. Hicimos el amor muy suavemente y al terminar, guardamos silencio escuchando los temas. Mi mano la acariciaba ligeramente y no supe en que momento nos dormimos.

Sentí un movimiento en la cama y luche por despertar, mis parpados se negaban a separarse y mi cerebro parecía estar siendo exprimido, rodé hacia mi izquierda y te vi, de pie, vistiéndote. Lucias un poco molesta y parecías querer disimularlo
- ¿Que haces?- Pregunte.
- Ya me voy.
-¿Por Que? Quédate otro rato.
- ¿Estas loco? Ya son las once y media, no debe tardar en llegar tu mamá. No se como pudimos dormirnos.
- No te preocupes, mi madre viene hasta mañana en la noche, siempre que visita a la familia, se queda a dormir el sábado.
-De todas formas, ya tengo que irme es tardísimo y yo solo salí a comprar un sope. Mis papas han de estar bien enojados.
-Te acompaño. Permíteme vestirme
- No hace falta, si quieres duérmete. Yo puedo irme sola. (Mirándome, como diciendo- Nomás te atreves a quedarte. Hijo De La Chingada)
Me levante y recogí el pantalón del piso, después de dar una ojeada alrededor de la cama, decidí tomar una camisa del cajón, ya que la que traía puesta no supe donde quedo.

-De verdad. Si no quieres acompañarme, no es necesario. Yo puedo irme sola, además yo fui la que se vino a meter sin invitación.- Su tono de reproche, me sugirió que algo andaba mal, a pesar de ello decidí proponerle.
-Quédate, conmigo.
-¿Quedarme?
-Si - Su mirada se alegro y después fingió entristecerse por mí. - Yo que más quisiera. Mira ya te había dicho que estoy por casarme. Bueno no. Queremos vivir juntos.- Puse la cara de tristeza que correspondía y aunque en parte fingía, otra parte de mi sintió pesar y no me conforme con que ahí se acabara.
- ¿Pero nos seguiremos viendo?
- ¿Antes de casarme? Si. Dame tu teléfono y te llamo.
-Aquí no hay teléfono.
-¿En tu trabajo?- Busque la mochila de los útiles de mi hermana y anote el numero del taller, recordé el libro y con cuidado lo saque de entre los otros libros. Al verlo en mis manos, solicito- ¿Me regalas una bolsa de plástico oscura?
- Ahora la busco- Regrese con la bolsa y me pidió un poco de refresco. Nuevamente me recrimine por no ofrecérselo antes y fui a la cocina por el. Al volver ya tenía empacado el libro y bebió el refresco, yo recordé el disco y guardándolo en su funda se lo ofrecí.- Te lo regalo.
-Gracias, pero tienes que llevarlo tu. Se un caballero.
- Claro, dame la bolsa.
-Esta la llevo yo. Tampoco me gusta abusar.- Y salimos rumbo a su casa.

Pasaron como seis meses y cuando había renunciado a la esperanza de verla otra vez, un grito desde la oficina llego para alegrarme el día- ¡Noé, teléfono!- corrí a contestar y al escuchar su voz, mi alegría fue enorme y la de mi "Campeoncito", aun mayor.- Hola- La escuche decir- Adivina quien habla.
- La mujer mas bella y mentirosa del mundo- Respondí mientras veía cambiar sonrisas a mi patrón y su secretaria.
- ¿Por que mentirosa?
-Prometiste llamar y tardaste mucho
-Pero lo estoy haciendo.
- Eso compensa todo.
- Necesito hablar contigo, hay algo que debes saber- La alarma sonó en mi mente, ¡Pendejo! ¡Mil veces pendejo! ¿Por que no use el condón? ¡Me va a decir que esta embarazada!
-¿Donde te espero?
- ¿Puedes ir a mi casa?
-Si.
- ¿A las nueve?
- A las nueve.
- Procura no faltar.- El que me citara en su casa, me decía que ya podía olvidarme de otro agarrón sexual y hacia mas viable la idea del embarazo, por lo que el resto del día fue un sufrir continuo entre los interrogatorios de mi patrón y mis compañeros de trabajo y mi mal presentimiento.

Cuando dieron las seis, fui directo a la oficina para pedir autorización de bañarme (los padres de mi patrón nos habían ofrecido, que nos bañáramos cuando quisiéramos, pero nunca habíamos aceptado)
-¿Bañarte?- pregunto mi patrón- Dile a esta chamaca que llame a diario- Bromeo con su secretaria- Por fin encontramos la manera de bañar a Noé.
Me di un baño a fondo y me rocíe con la loción que compre el lunes siguiente al encuentro con Marcela (Recuerdo la cara de felicidad de la cuñada de mi patrón, cuando le pedí me vendiera la loción. Al parecer ya estaba convencida de que no podría vendérmela) El trayecto se me hizo eterno y cuando llegue a su casa estaba sumamente nervioso, toque y abrió su madre, su cara de desconcierto al verme fue muy graciosa- Hola Noe, ¿Que haces por aquí?- me saludo
- Hola señora, quisiera ver a Marcela- A sus espaldas vi aparecer a Marcela explicando- Yo le pedí que viniera, tengo que entregarle sus cosas.
- ¿Y como le avisaste? Interrogo su madre con mirada suspicaz.
- Por teléfono madre. Todavía no soy telépata- y dirigiendo su atención a mí- Que bueno que viniste, tengo mucho que platicarte.
- Pues pásalo, Marcela. Platiquen en la sala.
- Tu porque quieres enterarte de nuestros secretos, chiquita, pero no se va a poder- La broma pareció tranquilizarla y solo dijo.- Ándenle pues, pero no te tardes o se va a enojar tu marido.- Si me hubiera dado un chingadazo a media madre, no lo hubiera resentido tanto, ¿Marido? ¿Dijo marido? Y yo esperando que me hablara como un vil pendejo por largos seis meses, seis meses en pinché suspenso, queriendo repetir la faena y ahora me enteraba que se había casado.
Marcela decidió traer mis cosas y me pidió que no me fuera, que ahorititita salía. Mientras la esperaba salió uno de sus hermanos, con un cuate totalmente desconocido para mi, me miraron no muy amigablemente y guardaron silencio.- Hola.-Salude retador.
-Hola -saludo el desconocido- ¿Que "cosas" te debe Marcela?
-Que yo recuerde, un libro
-¿Que libro?- El pinché interrogatorio no me gusto y conteste-
-¿Eres periodista?
- Soy su marido, Wey.
-Se hubiera buscado uno mas inteligente.-entre bromeando y ofendiendo.
-¿Ya se conocieron? -Pregunto Marcela, acercándose- Mira el es Noé, un amigo de la secu y el es mi marido.- Nos presento, nos dimos la mano, aun tensos y ella me reclamo- Ya te oí lo que le dijiste, sangrón.- y dirigiéndose a su marido- No le hagas caso, lo que pasa es que el siempre quiso casarse conmigo.
-Aha, como no.- respondí irónico- Tengo cualquier cantidad de años, prendiendo veladoras y tu llegas y te casas con ella.- Su marido sonrió y dijo- Ya ves. Yo prendía veladoras pero pa' quitármela de encima y no se hizo el milagro.-
- Ya payasos- tercio Marcela- ¿A poco no soy la mas bonita?
- Ahí te hablan, tu- Dije a su marido.
- Este.... ¿No oyeron el teléfono? Mejor voy a contestar- bromeo y añadió- Ahí te la encargo, mano. No platiquen mucho, porque todavía nos tenemos que ir a la casa. Y entro seguido del mamon de su cuñado.
-¿por que eres payaso?- Reclamo Marcela-
-Por vocación- respondí
-Toma - me ofreció una bolsa de plástico.- Es tu libro y una sorpresa.- Añadió misteriosa.
Tome la bolsa y la abrí. La sorpresa fue enorme a un lado del libro pude distinguir mi camisa perdida. La que ella usara aquella noche y que yo no pude encontrar por mas que busque, también pude observar un pequeño envoltorio de regalo y la mire inquisitivamente.
Ábrelo en tu casa y cuando estés solo, por favor. Significa mucho.
- La camisa. Platícame de la camisa.
- La metí en la bolsa cuando fuiste por refresco.- Sonrío traviesa y añadió - La use para dormir durante un mes. Hasta que decidí irme a vivir con el.
- Pensé que me ibas a notificar de tu embarazo.- Se río con total soltura. Su madre se asomo y pregunto- ¿Que les hace tanta gracia?
- Los embarazos, Mama- Nos miro extrañada e insistió a su hija- Ya no te tardes, ya se tienen que ir a tu casa.
- ¿Te asusto la idea?
- Me ilusiono por un momento- confesé
- ¡Ay, como te quiero por tierno!
- ¡Ya! ¡Ya! tampoco te encajes.
- ¿De veras, te ilusionaste? ¿Te hubieras casado conmigo?
- Te lo pedí ¿No?- Asintió en silencio
-y lo pensé, pero creo que no funcionaria.
- ¿Algún día me vas a hablar de nuevo?
-Ojala no. tendría que ir mal mi matrimonio y no quiero que sea así, pero si algún día llego a llamar a alguien, será a ti.
Nos despedimos y todavía tuviste la sangre fría de llamar a tu marido para despedirme. Al llegar a la casa y ver la bolsa de plástico, mi madre y mi hermana preguntaron- ¿Que nos trajiste?-
-Leche y pan dulce- respondí.
- ¿Y en la bolsa?
- Cosas que tenia en el taller. Fíjate que allá estaba la camisa gris.-¿Ya ves? y tu queriendo encontrarla aquí. Si no pierdes la cabeza, porque no se puede. De veras contigo.
A media noche saque el regalo y lo abrí. Aun sin desdoblar la suave tela, supe lo que tenia entre mis manos. Eran las pantaletitas que traías puestas aquel sábado inolvidable.

Han pasado 25 años desde entonces y nunca me buscaste, eso me hace saber que tu matrimonio es lo feliz que deseabas y el haberte visto hace unas semanas caminando en compañía de tu madre, por las calles de tu pueblo, con esa belleza tan madura, me dio una satisfacción enorme al saberme parte de tu pasado.
19 marzo 2008.

NOTA: Los nombres y algunos detalles han sido cambiados, para respetar el anonimato de sus protagonistas.

Se Feliz.
19 marzo 2008.

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