jueves, 28 de agosto de 2014

La Pelea En El Pastito (Archivo de Audio)

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Las amistades no siempre se consiguen de forma consciente, en ocasiones van surgiendo de manera inesperada con personas que nos parecían de los mas antipáticas y quienes creíamos serian buenos amigos resultan no serlo. La amistad que me unió a "Los Hijos De Rosa" resulto mas fuerte y leal de lo que esperaba y aun me sorprendo al recordar las aventuras que corrimos juntos.
"Los Hijos De Rosa" eran tres. Víctor, el mayor y mas introvertido, siempre intentando controlar los impetus de los demás y pidiendo cordura a quienes disfrutábamos de la locura infantil, Luis (El Japo) hijo intermedio y quien mejor balanceaba su actitud (Tratando de no caer en excesos pero sin dejar de divertirse) y Nacho el menor, la mejor descripción de este pequeño tornado nos la da la expresión ¡En LA Madre! fracesita que repetíamos varias veces al día al atestiguar lo que este enano engendro del demonio se atrevía a hacer y a lo que irremediablemente nos veíamos arrastrados.
En verdad no recuerdo como fue que iniciamos nuestra amistad, muy probablemente la hallan iniciado nuestras madres primero. Mi madre quedo viuda a los 28 años y en aquel entonces contaba con 30, su nombre es Rosa(Rosalina en realidad pero siempre la hemos llamado Rosa) y la madre de mis amigosquien estaba divorciada de su primer marido y padre de los tres chamacos, también se llama Rosa y eso nos causaba gran admiración, ya que no era la única coincidencia que teníamos en cuanto a nombres, puesto que la nueva pareja de rosa se llamaba Noe igual que un servidor.
Cuando hago memoria, lo primero que me viene a la mente es un partido en el estadio Azteca entre el Pachuca y el Atlas. recuerdo que luchaban por el no descenso y gano el atlas (Mala pata para mi tocayo que era seguidor del Pachuca) a mi no me parecía la gran cosa ir al estadio para ver un partido de fútbol en que nosotros no participáramos, hubiera preferido quedarme en la vecindad y vagar un poco por ahí, pero como donde manda capitán no gobierna marinero, tuve que acompañarlos al estadio ya desde la ida la cosa pintaba mal, en el trayecto un perro se atravesó corriendo la avenida de tlalpan y Noe no logro esquivarlo atropellándolo, por lo que lo recriminamos duramente todos los chamacos y el respondió con la misma intensidad defendiéndose de nosotros y provocando la ira de nuestras madres que tomaron partido por nosotros lo que lo enfureció aun mas. Ya en el estadio y ante la impotencia de su equipo (Este era el tercer partido de la serie) Su coraje fue aumentando y llego a su punto culminante con la derrota y el descenso del Pachuca por lo que el viaje de regreso se convirtió en un suplicio para todos. A mi no me cabía en la cabeza que alguien pudiera molestarse tanto por el resultado de un partido en el que ni siquiera había participado.

A un costado de la vecindad estaba un terreno baldío que nos servia de deportivo a todos los chamacos de los alrededores, lleno de piedras , bolsas de basura y desechos de animales( ya que también llevaban vacas, borregos y caballos a pastar) En ese lugar fui tomándole gusto al fútbol y a los guamazos con otros chavos de la colonia y en ocasiones de la misma vecindad. Recuerdo claramente los soponcios que sufría cuando fauleaba a algún grandulon y este me reclamaba

-Orale pendejo eso es falta
- ¿Cual? Es la barrida, manito
-Que barrida ni que la chingada wey
-La barrida
-Te voy a partir la madre
-B-b-barrida
Afortunadamente siempre surgía un defensor
-Calmate wey , esta chavo y si no quieres que te pateen juega a la comidita, Puto.

Pero en otras ocasiones los enfrentamientos eran inevitables a pesar de la diferencia de edades y eso nos llevo a vivir una de las aventuras que mas recuerdo.

En aquella ocasión decidimos salir a divertirnos en "El Pastito" sin imaginar que un chavo como de 15 años a quien llamaremos Justo estaba con sus tres hermanos en el área que colindaba con "la calle de atrás"
Justo era un tipo al que había visto en otras ocasiones rondando la calle y buscando pleito siempre a chavos menores, era ya muy viejo para ser niño y muy niño para ser hombre y no parecía tener amigos de su edad. Su rasgo mas notable eran esos pinches ojos de toro loco que al mirarte parecían decir - voy a encontrar un pretexto para partirte la madre, ya hoy, ya mañana, pero te la voy a partir- Justo era uno de"Los De Afuera" y tenia fama de mala madre en la colonia, a mi me parecía medio retrasado el wey, pero lo pendejo no le quitaba lo peligroso y procuraba no verme cerca de el o sus hermanos que siempre buscaban problemas, amparados por la fama del pinche Justito.

Mientras nosotros jugábamos en un área, ellos se mantenían en otra y no habíamos tenido que preocuparnos por la cercanía hasta que Nacho grito.-¡Muchachos. Miren lo que me encontré!
Era un balón de fútbol americano, de esos de piel ya muy tallado pero en buen estado como para echar tochito por un buen tiempo aun. Corrimos a ver el balón y estábamos haciendo planes cuando a nuestras espaldas escuchamos decir- ¡Ese Balón es mio! ¡Devuélvanlo pinches mamones! Nuestra primer reacción fue de defensa pero cuando vimos que quien lo reclamaba era Justamente Justo se nos bajo la moral hasta el suelo y cambiando miradas decidimos que lo mejor era entregárselo aunque lo mas seguro era que estuviera mintiendo para quitárnoslo pero siempre era preferible perder un balón que un par de dientes y mientras el sonreía triunfador y nosotros nos disponíamos a renunciar al balón, sucedió lo inesperado, Víctor el mayor y mas tranquis de la palomilla grito -¡Que tuyo ,ni que tu pinche madre! ese balón se lo hallo mi carnal y no te vamos a dar ni madres. ¿Como Ves?- El silencio que siguió a esta declaración pareció abrirle los ojos y hacerle ver de que tamaño era el pedo que acababa de echarse y mientras esperaba que alguno de los mayores que siempre nos defendían apareciera, iba palideciendo y la mirada de Justo fue cambiando de sorprendida a complacida, era la mirada de un gato al sorprender a un ratón en la esquina mas lejana a su agujero.

-Ora si, pinche flaco mi carnal te va a partir la madre- Dijo uno de los hermanos de Justo y El Japo le contesto - Si el pinche Justo le pega a Victor, yo te rompo la madre a ti- Lo que pareció darle la idea a justo de como crear el espectáculo en el que el seria la estrella y situándose al centro de la bolita que habíamos formado, puso las reglas a la lucha que sostendríamos a continuación - Pos si somos cuatro contra cuatro, ¿Que le hacemos al pendejo? vamonos dando por tamaño y los que ganen se llevan el balón- Uno de los mirones de unos 17 años le dijo -No chingues Justo, tu estas mas grande que el Victor y tu carnalito esta mas chavito que el nacho- Justo le lanzo una mirada helada y le dijo- Tu que te metes wey ¿ O que.... te vas a partir la madre por ellos?- Pocas veces en la vida me he sentido mas indefenso, que en el momento en que vi recular a nuestro único defensor con una cara de pánico que yo no podía creer(Chingada madre ese wey era mas grande que el justo y se rajaba delante de todos) Justo nuevamente amo de la situación se pavoneo y al escucharme decir- Ya estuvo ,Mano. llévate el balón y ahí muere- se revolvió como perro pateado y me dijo- Ah no pendejo . Ustedes querían madrazos y ora nos vamos a dar madrazos- y nuevamente la voz de Victor (Que para ese entonces ya tenia las mejillas surcadas de lagrimas) se escucho al decir -Pos si me vas a partir la madre ....... de una vez puto
- ¿Como me dijiste?
-¡Puto! ¡Puto jijo de tu chingada madre!
Y a darle que ya habíamos quedado, recuerdo que mientras el Japo le aplicaba la metida de pata a su rival y lo tiraba yo peleaba con mil prisas por terminar( Victor nunca le ganaría al justo, teníamos que ayudarle) Cuando escuche que el madrazo que le plante a mi rival sonó a olla rajada supe que le había partido la madre, tirado y chillando me dijo que ahí moría y me dispuse a ayudar a mis amigos, Nacho ya había madreado al suyo y el único que nos podía ganar estaba montado en la espalda de victor Haciéndole "La De Caballo"( Llave muy conocida por que la aplicaba El Santo ídolo de toda la chamacada) y mientras el pinche Justo se daba gusto, Victor se rendía a gritos y ese wey le pedía que le dijera papito chulo. Con solo una mirada El Japo y yo decidimos echarle montón. El Justo nada pendejo soltó a victor y nos reto uno por uno. Yo volví a sentir la falta de apoyo de los mirones y me sentí desfallecer ni El Japo ni tu servidor le íbamos a ganar a un wey que hasta Lucha Libre sabia.
-¡Cámara putos! !Uno por uno weyes¡-Gritaba El Justo
-!Pos va conmigo, pendejo- Respondí temblando de coraje y escuche una voz exclamar entre los mirones- ! Se me hace que hoy si te parten la madre Justo ¡ - y la cara de decisión de justo pareció titubear. El Japo a mi lado me dijo con la voz serena del condenado- No manito, este wey le partió la madre al victor y ora me la va a tener que partir a mi- y la voz anónima nuevamente dijo-! No porque lo veas chaparro pienses que no te va a madrear, se me hace que hoy si te van a romper la madre , pinche Justo!!Andas pisando chueco Mamón¡
-!Cállate pendejo¡! Acabando con estos sigo contigo¡ y queriendo recobrar valor nos reto- !Pos el que quieran, nomas de uno por uno- y otra voz-No Mames pinche Justo si son bien chavos, éntrale con los dos-
- !Ni madres ¡ De uno por uno- Con cara de desconfianza ya
- -!Entrale con los dos . No seas pinche encajoso¡- y ya teníamos el apoyo de los mirones, pero todavía teníamos que aguantar la chinga, el Justo no era hueso fácil de roer, si bien la idea de enfrentarlo entre los dos me consolaba cantidad. y ahí te viene el pinche Japo de aguafiestas otra vez-Tu le partiste la madre a mi hermanito y ora me la vas a tener que partir a mi, hijo de tu chingada madre-
-Que conste que el quiere. Yo los iba a madrear a los dos pero el quiere sólito-Decia Justo
-Que a modo no? pinche Justo se me hace que te gusta cagar pa' dentro culero- Dije, pero de nada sirvió simplemente me ignoro y se dispuso a pelear con El Japo (Que poca madre uno de quince y el otro de nueve) pero para sorpresa de todos incluido el, Japo conecto de entrada soberano Soplamocos y lo siguió y aunque sus golpes no tenían la fuerza necesaria si lo abrumaron e hicieron retroceder - Ora veras hijo de la chingada, ora veras hijo de la chingada- no se cansaba de repetir Justo, mientras le entraban los madrazos y cuando logro abrazar al Japo y vi en la cara de mi amigo la angustia del tormento proximo, supe que las reglas eran una pendejada y había que romperlas junto con la madre del pinche Justo. Aullando como ambulancia salí despedido tratando de evitar que tirara al Japo, y cuando mi mirada se cruzo con la del Justo supe que iba a corre el muy maricón y dicho y echo apenas pude tirarle un par de patadas cuando ya iba como alma en pena, olvidando hasta a sus hermanos que eran correteados por el Victor y el Nacho hasta salir de "El Pastito" "Nuestro Pastito". Desde ese día fuimos mucho mas respetados que antes y en cualquier momento nos integrábamos a los partidos y mis faltas dejaron de ser reclamadas con amenazas
- !Falta. Chinga que pinche patadota no mames¡
- Fue en la barrida
-No wey la barrida es con los pies pegaditos al suelo y sin enseñar la suela, ahi pa'l'otra
- si wey me voy a fijar.

Saludos

miércoles, 27 de agosto de 2014

Psicodelia (Archivo De Audio)


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Increíblemente, el disco El Club de Los Corazones Rotos Del Sargento Pimienta, cumplió 40 años de haber salido al mercado. El leer esta noticia me recordó la época de la Psicodelia y la onda hippie (Seguramente pensaras que no pude involucrarme en el movimiento y estarás en lo cierto, ya que en el 67 apenas tenía cuatro años) y me llevo de vuelta a una tarde del 72 en la colonia Granjas Esmeralda. Esa tarde, mis amigos y yo deambulábamos por la calle en busca de diversión cuando uno de ellos (De aproximadamente 15 años) encontró a un amigo de sus hermanos mayores. Se saludaron y comenzaron una plática que poco a poco se fue dirigiendo hacia la música Rock. A mí por aquellos tiempos la música no me atrapaba aun con tanta fuerza y mucho menos cuando el idioma se interponía para evitarme comprender el mensaje de las letras, era necesario que el ritmo fuera completamente irresistible para atraparme, solo canciones como Negro Es Negro De Los Bravos, Molina de Creedence, conseguían llamar mi atención hacia la Música en Ingles. Así que cuando el nuevo amigo nos invito a seguir la plática en su casa escuchando discos, la idea me pareció muy mala y estuve a punto de negarme a ir, pero hacia muy poco tiempo que nos habíamos mudado a esa vecindad y escaseaba de amigos por lo que no quería disgustar a los que tenia llevándoles la contra y decidí acompañarlos.
Lo primero que recuerdo de esa experiencia es la casa de ese joven. Una casa muy humilde con piso de tierra y solo dos cuartos largos divididos por una cortina, al entrar en su casa y a falta de sillas nos sentamos en el suelo, al rededor de la vieja consola. El con un aire de solemnidad, procedió a sacar los discos de la disquera de la consola y los fue separando de los otros ritmos, para dejar a la mano solo los discos de rock. Yo no dejaba de mirar la casa de reojo intentando localizar un televisor (que por aquella época hubiera colmado mis mayores anhelos) sin conseguirlo, ya que no existía tal (Aunque difícil de creer en esa época un televisor en Blanco Y Negro era Un Lujo que pocas familias podían darse y uno de color, ni se diga, quienes tenían una TV acostumbraban a permitirte ver un programa por la módica cantidad de veinte centavos). Una vez que hubo clasificado los discos procedió a guardar los "Otros" que representaban a aquellas personas no "iniciadas" en "Los Misterios del Rock" y entonces iniciamos esa experiencia que me quedaría grabada en la mente hasta la fecha y que me llevo a adoptar el Rock casi como una Religión
durante la mayor parte de mi juventud.

El reproducir un disco de Vinil, traía consigo una serie de cuidados que hacían de esta acción casi un ritual. El disco estaba protegido por una funda plástica y una de cartón, esta última era en muchos casos una obra artística en la que podían encontrarse cualquier cantidad de mensajes subliminales, que te atrapaban tanto como la música. Una vez extraído el disco de sus fundas debía limpiarse a conciencia con un cojincito de terciopelo para evitar que alguna basurita dañara la aguja y al colocarlo en el tornamesa debías tener un pulso y un tino magníficos ya que tenias que insertarlo en un pequeño perno metálico y después colocar el brazo que sostenía la aguja justo al inicio de la canción que te interesaba escuchar.

Recuerdo claramente, como reacciono mi cerebro al bombardeo de sonidos estridentes con completo rechazo y sonidos que en el futuro harían mis delicias en ese momento me parecían un verdadero tormento. La sesión musical se fue alargando mientras escuchábamos rolas de Los Doors, Janis Joplin, Carlos Santana, Jimmy Hendrix y Creedence y al tiempo que escuchábamos las canciones éramos educados en el arte de observar las portadas de los discos para encontrar los mensajes que contenían (He de reconocer que esta actividad fue la primera en atraparme y evito que yo me fuera con los demás chamacos cuando decidieron huir) pero el momento cumbre de mi iniciación llego cuando, apagando la consola y a escondidas de sus padres y hermanos( para estas horas ya acostados en el cuarto que servía de dormitorio común)Nuestro nuevo guía, reprodujo algunos pasajes de canciones de los beatles en reversa, girando el disco manualmente y nosotros pegados al tornamesa para escuchar los casi imperceptibles sonidos nos fuimos maravillando cada vez más al escuchar sus explicaciones de los mensajes ocultos incluidos en las canciones. Francamente yo no entendía ni jota de inglés y los sonidos me eran muy confusos pero la sola idea de participar en tan grande misterio me atrapo irremediablemente y cuando llegue a la vecindad y encontré a mi madre hecha un manojo de nervios por mi ausencia y dispuesta a ponerme una chinga histórica. Sabía que podría soportarla estoicamente pues ya era un Rockero.

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